Y uno de los más novedosos en Europa recibe el nombre de Photocitytex, y tiene como objetivo determinar si es posible reducir la contaminación del aire en las ciudades empleando diferentes tipos de textiles en toldos y marquesinas.
El secreto está, tal y como parecen haber definido, en utilizar textiles que presenten propiedades fotocatalíticas. Es decir, que favorezcan la eliminación de las sustancias contaminantes o su transformación en otras menos nocivas, lo que permitiría reducir notablemente los niveles de óxido de nitrógeno y otros compuestos volátiles que, hoy por hoy, conllevan un grave perjuicio para el medio ambiente y para la salud.
Una vez fabricados estos textiles, deberán instalarse en toldos, marquesinas, sombrillas o carpas –tanto de uso particular como comercial- para poder obtener todos los datos necesarios que permitan un análisis pormenorizado y la obtención de unas conclusiones rigurosas y contrastadas sobre su uso.
Para ello, en primer lugar está previsto estudiar los textiles y las propiedades fotocatalíticas que puedan presentar en un laboratorio en el que se emplearán simuladores atmosféricos Euphore. Gracias a los cuales será posible reproducir los ambientes urbanos que pueden darse en diferentes ciudades europeas y recrear sus niveles de contaminación.
La aplicación real se espera realizar con una instalación piloto en zonas estratégicas de la localidad valenciana de Quart de Poblet –entre las que destacan un túnel y un colegio- en las que, además, se realizarán mediciones periódicas de contaminantes en el aire a lo largo de tres años.
El proyecto forma parte del programa conocido como Life+ y cuenta con la participación de diversos organismos españoles como el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), la Asociación de Investigación de la Industria textil (Aitex) o el Ayuntamiento Quart de Poblet, además de las instituciones italianas Next Technology Tecnotessile (NTT) y Legambiente.